La investigación sugiere que el envejecimiento no es un proceso lento y continuo, sino que ocurre en al menos dos etapas.
El descubrimiento recalca de que los ciertos problemas de salud, musculoesqueléticos y las enfermedades cardiovasculares, aumentan en ciertos momentos de la vida y en dos etapas separadas.
“No estamos cambiando gradualmente con el tiempo. Hay cambios realmente dramáticos”, dijo el profesor Michael Snyder, genetista y director del Centro de Genómica y Medicina Personalizada en la Universidad de Stanford, y autor principal del estudio.
“Resulta que los 40 y tantos años son un período de cambios dramáticos, al igual que los primeros 60, y eso es cierto sin importar el tipo de moléculas que se analicen”.
Despues del monitoreo de 108 voluintaruios que proporcionaron muestra de sangre, y se efectuaron hisopos de piel, boca nariz de unos pocos meses durante casi siete anos. Los investigadores evaluaron 135,000 moléculas diferentes (ARN, proteínas y metabolitos) y microbios (bacterias, virus y hongos en el intestino y la piel de los participantes). La abundancia de la mayoría de las moléculas y microbios no cambió de manera gradual y cronológica. Al analizar grupos de moléculas con los mayores cambios, los científicos encontraron que estas transformaciones tienden a ocurrir en personas que se encuentran en sus 40 y tantos y principios de los 60.
El aumento del envejecimiento en los 40 y tantos fue inesperado y se pensó inicialmente que era un resultado de los cambios perimenopáusicos en mujeres, lo que sesgaría los resultados de todo el grupo. Sin embargo, los datos revelaron cambios similares en hombres de la misma edad.“Esto sugiere que, aunque la menopausia o la perimenopausia pueden contribuir a los cambios observados en mujeres de entre 40 y tantos años, es probable que existan otros factores más significativos que influyen en estos cambios tanto en hombres como en mujeres”, dijo el Dr. Xiaotao Shen, ex becario postdoctoral en la escuela de medicina de Stanford y autor principal del estudio, que ahora está basado en la Universidad Tecnológica de Nanyang en Singapur.
La primera ola de cambios incluyó moléculas vinculadas a enfermedades cardiovasculares y la capacidad de metabolizar cafeína, alcohol y lípidos. La segunda ola incluyó moléculas involucradas en la regulación inmunológica, el metabolismo de carbohidratos y la función renal. Las moléculas vinculadas al envejecimiento de la piel y los músculos cambiaron en ambos momentos. Investigaciones previas sugerían que una tercera ola de envejecimiento podría ocurrir alrededor de los 78 años, pero el estudio más reciente no pudo confirmarlo porque los participantes más viejos tenían 75 años.
Este patrón coincide con la evidencia previa de que el riesgo de muchas enfermedades relacionadas con la edad no aumenta de forma incremental, con un fuerte aumento del riesgo de Alzheimer y enfermedades cardiovasculares después de los 60. También es posible que algunos de los cambios estén vinculados a factores de estilo de vida o comportamiento. Por ejemplo, el cambio en el metabolismo del alcohol podría deberse a un aumento en el consumo en personas de entre 40 y tantos años, una etapa de la vida que puede ser estresante.
Los hallazgos podrían ayudar a orientar intervenciones, como aumentar el ejercicio durante periodos de mayor pérdida muscular, dijeron los autores. “Creo firmemente que debemos tratar de ajustar nuestro estilo de vida mientras aún estamos sanos”, comentó Snyder.
Los hallazgos se publicaron en la revista *Nature Aging*.